marzo 02, 2013
Del latín productĭo, el concepto ‘producción’ hace referencia a la acción de generar (entendido como sinónimo de producir), al objeto producido, al modo en que se llevó a cabo el proceso o a la suma de los productos del suelo o de la industria.
En este sentido, una oración que podría servir de perfecto ejemplo de lo que hemos señalado podría ser la siguiente: La empresa del padre de Jesús llevaba muchos años funcionando y se dedicaba a la producción de pienso para el ganado de la zona.
El verbo producir, por su parte, se asocia con las ideas de engendrar, procrear, criar, procurar, originar, ocasionar y fabricar. Cuando se refiere a un terreno, en cambio, producir es una noción que describe la situación de rendir fruto. Por otra parte, cuando esta palabra se aplica a un elemento, adquiere el sentido de rentar o redituar interés.
En el campo de la economía, la producción está definida como la creación y el procesamiento de bienes y mercancías. El proceso abarca la concepción, el procesamiento y la financiación, entre otras etapas. La producción constituye uno de los procesos económicos más importantes y es el medio a través del cual el trabajo humano genera riqueza.
Existen diversas formas de llevar a cabo una determinada producción en el marco de una sociedad, determinadas por los vínculos de producción que los individuos establecen en el contexto laboral. Por medio de las relaciones de producción, el trabajo individual se convierte en una parte del trabajo social.
Para el filósofo alemán Karl Marx, el modo de producir no está determinado por el objeto o la cantidad que se produce. Tampoco por cuánto se produce, sino por el modo en que se lleva adelante dicha producción.
Ya que hemos hecho mención a la figura de un personaje histórico, volviendo a la historia es necesario destacar un término que nació durante la época de la industrialización y que consiguió convertirse en un auténtico fenómeno y en una innovación. Nos estamos refiriendo al concepto de producción en cadena.
Un término este que viene a definir un sistema de trabajo, especialmente en el ámbito industrial, en el que cada empleado tiene una función determinada que para llevarse a cabo depende de otra y que a su vez propicia que también de la misma surja otra siguiente. Una forma de organización que puede visualizarse perfectamente en qué consiste en la película Tiempos modernos (1936) de Charles Chaplin.
Entre las diferentes modalidades de producción, puede mencionarse el esclavista (donde la fuerza de trabajo es esclava, por lo tanto, no es propiedad del trabajador), el feudal (relacionado con la actividad agrícola) y el capitalista (donde el trabajador, a través de un contrato, vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario).
Además de todo lo citado también hay que subrayar que existen otros tipos de producción que se refieren a campos muy concretos. De esta manera nos encontramos, por ejemplo, con la producción audiovisual que es la que versa sobre contenidos tales como el cine y la televisión. De ahí que las empresas que se dedican a desarrollar trabajos en ambos ámbitos sean conocidas como productoras.
Y tampoco hay que olvidar a la producción musical. Esta en concreto es la que se lleva a cabo por un profesional que se dedica, en el ámbito que le da nombre, a controlar y supervisar lo que es la grabación de las canciones de un artista o grupo en concreto.